Crisis a los veintitantos


Crisis a los veintitantos. Ni me lo había planteado. Pero si a alguien le ayuda ahí queda eso: Le llaman la crisis del cuarto vida. Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta de que apenas sabes dónde estás ahora.

Te empiezas a dar cuenta que hay un montón de cosas sobre ti mismo que no sabías y que quizás no te gusten. Te empiezas a dar cuenta de que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás... Te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios... por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc... y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Las multitudes ya no son tan divertidas, hasta a veces te incomodan. Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta de que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Y pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo. Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.

A veces te sientes genial e invencible y otras... solo, con miedo y confundido. De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y de que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero... y por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera sería grandioso, ahora tan solo quisieras estar compitiendo en ella.

Comments

Anonymous said…
Yo sobre todo no puedo entender cómo, después de veintitantos años de golpes de la vida, de decepciones, de dolor... hay experiencias que siguen doliéndote tanto, hay personas que te traicionan y no entiendo cómo tras tantas decepciones anteriores, no es sólo una más en la lista, sino que al contrario, cada día duelen más...
Me doy cuenta de que nunca seré feliz, porque me resisto a pensar que el mundo es esto, que no hay nada más... Porque no veo a dónde me lleva mi vida actual, porque a menudo pienso... que no tengo nada.
Creo que vivo resistiéndome a resignarme a aceptar que LA VIDA ES ESTO. Vivo esperando algo más... pero no sé qué es, empiezo a dudar de que lo haya...y no quiero aceptar la realidad: que probablemente no lo encontraré.
Dawidh said…
Realmente, lo peor, o por lo menos, lo más incomodo, es verse a los veintitantos (en mi caso 25) sin tener demasiado claro lo que quieres. Saber que lo que ves no te gusta, pero desconociendo como se cambia.

Con miedos a miles de cosas tío, tienes 25, pues se me han pasado demasiado rápido, como los siguientes 25 supongo, y eso da vertigo, que no miedo.

Los amigos? Esos intimos desconocidos. Quizás dos confidentes, y hasta que encuentran pareja...

Me resigno a pensar que la vida es esto. La vida es lo que cada uno quiere que sea, es luchar por ser mejor y por lograr los objetivos... Aunque en ocasiones no esten claros.

Pero mientras quememos días
Anonymous said…
Mi respuesta a la nueva encuesta es obvia...siempre lo he creído así, y por mucho que se sucedan una tras otra, siempre vuelve a ser el peor de los sentimientos que jamás he sentido.

Popular posts from this blog

Vielleicht denke ich zu viel...

Cosas que aprendí en Austria y que podía haber aprendido en cualquier otro lugar...