INSTRUCCIONES PARA NO ECHAR DE MENOS
A veces, no hay dolor más fuerte que el no causado, el no sentido y el no vivido. Entonces, es cuando uno se da cuenta de que lo que hace daño no es el sufrimiento, sino el vacío. El hueco de las conversaciones nunca habladas cuando sin esperarlo te viene a la memoria un recuerdo. El espacio sin rellenar de ese beso no dado, que estás seguro que sabe a menta o a fresa o a mango, con una cantidad de saliva justa y respiración acompasada. A veces es un hueco de abrazo el que se siente. Notas como un regazo vacío te rodea. Algo que debería estar y no está, y que duele. Un desarrebujo del alma. Comienzas a pensar y te das cuenta de que eres puro hueco, agujero negro en estado puro [...] Es por esto que, aún a sabiendas de lo imperfecta de mi aspiración, voy a intentar escribirme/te unas instrucciones a seguir para, al menos intentar, no echar tanto de menos: 1. Queda terminantemente prohibido escuchar canciones de amor o con letras mínimamente sensibles. Aunque, ¿realmente, eso importa? ...