En aproximadamente un mes, trendé que marcar la casilla 25-30 cuando rellene una encuesta. Solía gustarme que llegara mi cumpleaños: el hecho de que fuera un día especial, conseguir ser el centro de atención por unas horas, recibir quizá algún regalo... Desde hace un par de años afronto esta fecha con una actitud diferente: no se trata de pánico, ni tampoco de tristeza... No me quejo injustificadamente de lo vieja que soy. Pero siento que la vida se me va de las manos y por mucho que lo desee no hay forma de pulsar stop. Hoy es un día como cualquier otro, mañana se diferenciará poco de ayer y esta sensación de "aquí nunca pasa nada excepto el tiempo" me ahoga e incomoda. Sé que está en mi mano hacer todo aquello que siempre dije que haría, probar todo lo que dejé para más tarde y decir ¨las cosas que nunca te dije¨, pero aún así me encuentro en una contrarreloj que creo haber perdido de antemano.
Comments
ya temía q hubieras desaparecido totalmente en Viena... Como ves, voy mirando tu blog....¿haces tú lo mismo con el mío?? si no lo has hacho´últimamente, fes-ho!!
por cierto que esa frase me suena...
por eso tenemos los blogs, para que los sentimientos que un día tuvimos, no se olviden como siempre ocurre...para que las amistades que un día hicimos, no se vayan a ciudades extrañas para no regresar jamás.
porque no es malo decir lo que sentimos, no es malo ser débil, descubrirse.... y en el mismo sitio en que leiste lo de que lo que sólo ocurre una vez es como si no hubiera ocurrido, allí aprenderás que querer, amar... es volverse débil, es echar de menos, es recordar todo aquello...que sólo ocurrió una vez...pero ocurrió,y que con esa vez basta para llenar nuestra vida para siempre.