Midiendo Calcio

Mi siguiente gran misión en ICFO es trabajar con los indicadores de Calcio, un proyecto en el que mis propios compañeros de grupo están dando sus primeros pasos. Por eso, siento que colaborar en este área es muy valioso; en cierta manera creo que mi contribución puede llegar a resultar bastante útil. Además, el tema es esencialmente químico; se trata de conocer cómo funcionan estos indicadores.

Muchos procesos celulares, fisiológicos y patológicos están relacionados con cambios iónicos. El desarrollo de técnicas que nos permitan medir estas actividades iónicas ha contribuido enormemente a la comprensión de las funciones celulares. El calcio, en concreto, funciona como segundo mensajero en un gran número de células y desencadena procesos patológicos, tales como daños a las células e incluso su muerte. El calcio es un SEGUNDO MENSAJERO UNIVERSAL. De hecho, el acto mismo del comienzo de la vida, la fertilización, está regulado por el calcio. Otros procesos en los que participa son, por ejemplo: la contracción del corazón de una rana o la contracción de la fibra muscular. En los años sesenta, Ebashi y Lipmann descubrieron que el retículo sarcoplásmico es una reserva de calcio.

A pesar de la gran importancia del calcio en todos estos procesos biológicos, los métodos para medir la concentración del mismo dentro y fuera de las células están aún en desarrollo. Mi objetivo es encontrar las ventajas y limitaciones de todos estos métodos.

A quienes os interese el tema, os seguiré informando.

A los que sean un poco más profanos en la materia, os diría que bebáis mucha leche...